Episodio 09 | Diálogos entre Celeste Adamoli y Eric Seigorman

Episodio 09 | Diálogos entre Celeste Adamoli y Eric Seigorman

En el 9º episodio de Contenidos en Red , Eric Seigorman , integrante del Programa Educación, Derechos Humanos y Memoria Colectiva dialoga con Celeste Adamoli Coordinadora de la Dirección de Educación, Derechos Humanos, Género y ESI del Ministerio de Educación de la Nación.

 

En esta ocasión nos encontramos para conversar con Celeste Adamoli en el marco de la “Semana de la recordación de la Shoá”, que el Consejo General de Educación de la Provincia de Entre Ríos promueve desde el año 2011 como una instancia de reflexión, promoviendo prácticas áulicas en torno a la enseñanza del pasado reciente y del Holocausto.

 ¿Cuáles son las acciones que viene emprendiendo el Ministerio de Educación de la Nación, y el Programa de Educación y Memoria en específico, en torno a la transmisión de la Shoá y del pasado reciente?

 Quienes trabajamos en el tema sabemos, que cuando hablamos de memoria, hablamos de presente, porque se trata de cómo miramos el pasado desde el presente. A veces, la forma de organizar la política también responde a las necesidades del momento, de qué cosas estamos pensando, de qué cosas deben pensar las escuelas, así que esa es la introducción general para comenzar y, por ahí respondiendo un poco tu pregunta, el Ministerio de Educación comienza a tener políticas activas y fuertes vinculadas a la memoria del Holocausto Shoá, a partir del año 2007, hay algunos antecedentes previos, pero con fuerza es a partir de ese momento. Hay un Seminario inicial que tiene una publicación, que se encuentra fácilmente en internet, que es “La Shoá como un acontecimiento para incluir en la agenda educativa”, y fue un seminario inicial que se dio en el Ministerio de Educación de la Nación para poner este tema en agenda, desde un Programa que venía trabajando desde el año 2005, en las vísperas de los 30 años del golpe por la Dictadura argentina. Es decir que, de alguna manera, el Ministerio de Educación consideró en ese momento, que pensar la enseñanza de la Shoá, tenía algún tipo de diálogo con la propia experiencia argentina reciente, con la Dictadura en particular y que, además, había algo de lo que veníamos trabajando desde el Programa de Educación y Memoria que podría recuperarse para pensar también la Shoá. En ese sentido, tengo que mencionar dos claves fundamentales que ha tenido para la política educativa nacional el tema del Holocausto: por un lado, una cuestión quizás más teórica o conceptual, porque sirvió como un andamiaje para poder pensar la propia experiencia argentina; y, por otra parte, para pensarlo como un acontecimiento en sí mismo. Creo que en estas dos claves fue sosteniéndose esta política, que permitió también empezar a incorporar otras miradas sobre otros genocidios, pero en principio, en este 2007 reciente, cuando empezamos a trabajar específicamente sobre como queríamos que la Shoá se incorporara con más fuerza en los contenidos curriculares, en el desarrollo curricular de la Argentina, pensamos que era importante tender este puente y también entender esta cuestión más conceptual que nos iba a brindar algunas pistas para poder comprender nuestra propia experiencia.

Ahí hay una primera instancia que es la convocatoria en el marco de los 30 años que da el sentido inaugural al Programa. ¿Cómo ha sido esa vinculación entre pensar el Holocausto y pensar la Dictadura? De hecho, ha sido sostenida con muy buenos materiales, ¿Cómo han podido insertar en las aulas esta discusión, que a veces genera un poco de recelo y de duda en los docentes? ¿Cómo pensaron ese tipo de vinculación?
Una de las características del Programa Educación y Memoria fue la capacidad de ir construyendo políticas sobre la escucha, escenarios de formación docente, y una Red Federal de Educación y Memoria (que se conformó entre 2008 y 2009) que nos fue dando pistas de por dónde debíamos ir. Y, a su vez, también diría que fue la posibilidad de estar atentos y atentas a las discusiones académicas que se daban en torno al tema, a cómo recuperar esos debates de la academia, pero también, poder ver lo que pasaba en las aulas. Por un lado, tendimos puentes entre la Dictadura y el Holocausto, pero también los pensamos como acontecimientos separados. Fíjate que no los trabajamos en un mismo material, sino que los pensamos como distintos acontecimientos entre los que es posible tender algunos puentes. Cuando pienso en estos puentes, pienso en Estados que han cometido violaciones a los derechos humanos, estoy pensando en la formulación de centros clandestinos de detención o centros de exterminio, con la especificidad de cada uno de los casos. A nosotros siempre nos pareció importante decir que comparábamos en tanto podíamos diferenciar. Una comparación es eso también, que te permita pensar otras cuestiones.
Pienso en la recepción que han tenido estas temáticas en las aulas, ¿qué devoluciones obtienen generalmente de los docentes? ¿Cómo piensan la inclusión de éstas temáticas en el aula? Sabemos que el tema se se ha sostenido durante años gracias a las prácticas individuales de algunos docentes, más que que por el hecho de ser políticas públicas. De un tiempo a esta parte, se ha logrado, en la provincia y en la nación, desarrollar políticas que dejen algún tipo de marco normativo que nos permita pensar estas cuestiones. Ahora bien, desde las prácticas específicas de los docentes en las aulas, ¿qué recepción ha tenido la enseñanza del Holocausto o del pasado reciente?

Ahí me parece que diferenciaría, tal vez un poco, qué es lo que ha ocurrido con la enseñanza de la Dictadura y la enseñanza del Holocausto. Por un lado, porque me parece que la enseñanza de la Dictadura ha ingresado en las aulas, en nuestras escuelas y en todo el Sistema Educativo; ya desde el Nivel Inicial, y estas nuevas generaciones que están en las aulas conocen primero la experiencia argentina y luego la del Holocausto, algo que años atrás no ocurría. Eso me parece que es un rasgo distintivo. También porque en nuestra historia reciente el terrorismo de estado en la Argentina es un tema que hoy todavía suscita grandes debates. No ocurre así en términos del Holocausto. Cuando uno piensa también que la pedagogía de la memoria moviliza cuestiones éticas, políticas, afectivas, las piensa vinculadas a la Dictadura, sobre todo porque moviliza también diferentes cuestiones políticas. Vinculada al Holocausto, la pedagogía de la memoria está más relacionada a qué significa hablar del horror en las aulas, qué significa hablar de la muerte, qué significa que hombres y mujeres hayan sido capaces de generar campos de exterminio para poder eliminar a otros y otras (…)  Me parece que ahí se plantea una cuestión bien compleja.

En términos de las prácticas también es importante señalar que ahí hay un trabajo muy fino en términos de la enseñanza del Holocausto, que tiene que ver con el trabajo que se hizo del 2007 a esta parte para que el Holocausto no fuera un capítulo más del estudio de la Segunda Guerra Mundial; es decir, cómo pensar que aquello que ocurrió entre el ´39 y el ´45 tuvo una especificidad. En 2007 hicimos una investigación muy interesante, fue un análisis de los textos escolares que indagaba en cómo aparecía la enseñanza del Holocausto en las editoriales privadas. A partir de las imágenes, a partir de los textos, qué se ponía, cómo se incluía. Concluimos que lo que aparecía ahí es una foto pequeña de Hitler y una mención muy chiquitita del Holocausto. Si pensamos cómo se da la enseñanza del Holocausto hoy en las aulas, comprendemos que hay un recorrido que nos hizo pensar ese acontecimiento de otra manera. El Holocausto ha entrado no solo por la formación curricular vinculada a la historia, sino también en algunos proyectos transversales o de formación ética y ciudadana, hay cantidad de docentes que se han hecho cargo también de pensar, por ejemplo, en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, sostenida en cómo surge posterior al Holocausto, entonces me parece que ahí también hay otra pata fuerte para pensar en cómo se construye este campo de enseñanza vinculado al Holocausto.

En Entre Ríos, ese relevamiento se hizo en escuelas de Concordia y de Paraná, también con resultados alentadores desde la lectura que nosotros logramos hacer para seguir trabajando, para seguir pensando. Me gustaría preguntarte también: ¿Cuál es el desafío y la responsabilidad de la escuela frente a la enseñanza o la transmisión del Holocausto, del pasado reciente, de la Dictadura, en vinculación con la construcción de prácticas democráticas y la construcción de la vida democrática hoy? Frente a estos desafíos también nuevos, en donde las nuevas generaciones nos interrogan, nos preguntan, nos traen a la mesa nuevas discusiones, ¿qué pistas nos das para pensar el lugar de la escuela ahí?

Bueno, a mí me parece que el desafío siempre tiene que ver con el presente y a qué sentido pueden imprimirle las nuevas generaciones. Qué preguntas nuevas pueden traer para pensar en esto. A mí, tal vez porque estoy atravesada ahora por esta Dirección de Derechos Humanos y Género, hay algo ahí del enfoque de derechos y del enfoque de género que me parece que es una contribución y sirve para pensar también qué cuestiones podemos trabajar en la escuela vinculadas al pasado reciente, pero también aparece otra vez la pregunta de cómo hacemos los y las docentes para transmitir que estos pasados tienen algo valioso, no sólo por el repudio, no sólo por el deber de recordar. Varios autores, sobre todo Theodor Adorno, sostienen que la pedagogía de la memoria implica el deber de recordar para que no se repita, pero también está el aporte de otros autores y autoras en el sentido de poder apropiarse; ahí también hay varios autores y autoras. A mí me gusta mucho una autora francocanadiense, Regine Robin, que habla de memoria crítica, en el sentido de la posibilidad de que las nuevas generaciones efectivamente puedan apropiarse para pensar sus propios presentes. ¿Qué significa esto en la práctica, en lo cotidiano? Significa también poder pensar, por ejemplo, algunas dimensiones de género que hemos propuesto en nuestros últimos materiales, que antes tal vez estaban algo invisibilizadas. ¿Qué del género se puede pensar para pensar la Shoá? Bueno, se puede pensar el papel de las mujeres, pero también el de las disidencias sexuales, políticas, la comunidad gitana, entre otras. Y si lo llevamos a un contexto más amplio podemos pensar en la construcción de una ciudadanía democrática, y esa amplia agenda de derechos humanos, poder pensar también en las desigualdades y recuperar la tensión que se arma cuando hablamos de derechos y vemos algunos que no pueden ser efectivamente cumplidos; ahí aparecen varias dimensiones para trabajar y para pensar.

La entrevista completa
También podés escuchar el podcast→ https://soundcloud.com/contenidos-en-red/episodio-09_contenidos-en-red
Leé la nota completa a Celeste Adamoli en el archivo adjunto.

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EPISODIO 9 - Entrevista a Celeste Adamoli (pdf)

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Publicado el:

sábado 21 de noviembre de 2020

Autor:

  • Portal Aprender

Nivel:

  • Secundario
  • Superior

Área Curricular

  • Cs. Sociales y Humanidades

Temática

  • Derechos Humanos

Tipo de Recurso

  • Especial / Colección