Cooperativas escolares

En1992, Naciones Unidas deciden dedicar el primer sábado de Julio de cada año, para dar visibilidad y celebrar los aportes de las cooperativas al desarrollo sustentable de actividades humanas.

El cooperativismo tiene una larga historia, en el mundo y en nuestro país como movimiento tendiente a ofrecer una alternativa al modo de producción del sistema capitalista. Nace de los principios de solidaridad y colaboración entre las personas que son parte de la historia de la humanidad.

Por eso, a las cooperativas, asociaciones y mutuales se las llama empresas de economía solidaria.

Para definirla, la Alianza Cooperativa Internacional propone que “una Cooperativa esa una asociación autónoma de personas que se han unido voluntariamente para hacer frente a sus necesidades y aspiraciones económicas, sociales y culturales comunes por medio de empresa una de propiedad conjunta y democráticamente controlada”.

En 1992, las Naciones Unidas decidieron dedicar el primer sábado de julio de cada año para dar visibilidad y celebrar los aportes de las cooperativas para el desarrollo sustentable de actividades humanas. Con la idea de que aprender a discutir escuchando las voces diversas, los distintos puntos de vista, y construir juntos desde la diferencia, con objetivos comunes, es vital para alcanzar el mundo donde podamos convivir todos, aun en el disenso.

En ese sentido, los principios del cooperativismo aportan valores para la vida en comunidad. La Cooperativa de Diseño, integrada por siete diseñadoras de distintas áreas (diseño industrial, gráfico, etc.), los plasmó en la siguiente imagen.

Haciendo una cooperativa
Hay muchos modos de constituir una cooperativa en función de su objeto social; es decir, qué necesidad se proponen satisfacer.

El Instituto Nacional de la Economía Social l las categoriza así: Agropecuarias, de Trabajo, de Provisión (médicos, taxistas, comerciantes, transportistas, farmacéuticos, etc.), de Provisión de Servicios Públicos (energía eléctrica, agua potable, teléfono, gas, etc.), de Vivienda, de Consumo, de Crédito, y de Seguros.

Las cooperativas escolares son una forma particular de las cooperativas de trabajo, por el entorno donde se crean y crecen; y están respaldadas incluso, por la Ley Nacional de Educación 26.206/2006, en su artículo 90: “El Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología promoverá, a través del Consejo Federal de Educación, la incorporación de los principios y valores del cooperativismo y del mutualismo en los procesos de enseñanza aprendizaje y la capacitación docente correspondiente. Asimismo, se promoverá el cooperativismo y el mutualismo escolar”.

Las cooperativas funcionan de una manera particular. Los asociados deben cumplir con la constitución de un Consejo de Administración de 3 miembros, elegidos por los asociados: Presidente, Secretario, Tesorero (como mínimo). El Consejo y los asociados se reúnen en Asamblea, máxima autoridad que expresa la voluntad de todos. Además, necesitan a los Síndicos, (titular y suplente), que son quienes revisan lo actuado por el Consejo de Administración.

Las cooperativas escolares necesitan -para crearse y funcionar- recursos: un grupo de alumnos con inquietudes comunes, docentes, los directivos de la Escuela (recursos humanos:). Después, ingresos: cuotas sociales, excedentes no repartidos, donaciones particulares y subsidios no reintegrables (económicos) y definir materialidades: un espacio de trabajo, material didáctico, biblioteca, muebles, accesorios, etc. (físicos)

¿A qué actividades puede dedicarse una cooperativa escolar?

Cada comunidad educativa tiene necesidades -y posibilidades- distintas, pero a modo de ejemplo podemos enumerar actividades que se pueden desarrollar cooperativamente:
– Consumo (venta de elementos escolares y golosinas)
– Manualidades y Artesanías
– Artísticas (teatro, títeres, música, etc.)
– Granjeras
– Crédito
– Para viajes de estudio
– Medios (radio escolar, periódicos, etc.)
– Biblioteca
– Fabricación de dulces, conservas, etc.
– Toda otra actividad afín con el entorno de la escuela o comunidad.

A ello se le puede agregar todo tipo de trabajos grupales: cursillos, jornadas, paneles, mesas redondas, solidaridad social, intercambios culturales y educativos con otros niños y jóvenes a distintos niveles, etc.

¿Y si hacemos una cooperativa en la escuela?
Les proponemos, antes de empezar, ver el video “El equipo pequeño”, como disparador del trabajo e introducción a la idea de cooperación.


-Buscar experiencias de cooperativas (de cualquier tipo) de la zona, y analizarlas.
-Detectar un objeto social relevante para la escuela (o la comunidad)
-Revisando las nociones de cooperativismo y los tipos de cooperativas, realizar un proyecto de cooperativa dentro de la escuela o el grado.
-Analizar los requisitos para llevar a cabo la constitución de la cooperativa.
-Leer y completar el modelo de estatuto de las cooperativas escolares.
-Elegir nombre de fantasía y diseñar un logo.

Al finalizar la actividad, compartir con los compañeros lo que han aprendido de la experiencia y… A cooperar!

Publicado el:

viernes 1 de julio de 2016

Autor:

  • Cristina Schwab